ACOSO ESCOLAR. EVOLUCIÓN HISTÓRICA HACIA LA CRUELDAD. NECESITAMOS
NIÑOS/AS FELICES PARA ALCANZAR ADULTOS PACÍFICOS.
MEDIACIÓN APUESTA POR LA SOLUCIÓN.
La
expresión hoy tan en boca de todo el mundo: “acoso escolar”, nos muestra que de
forma generalizada tenemos gran interés en educar y formar niños/as y jóvenes
para ser adultos fuertes, seguros, extrovertidos, competitivos, igualitarios, comunicativos,
resolutivos en definitiva personas felices consigo mismas y que se acepten y acepten
a los demás sin prejuicios de tipo alguno.
La
mayoría os habréis preguntado alguna vez, porqué hoy en día estamos más
preocupados por la evitación de cualquier forma de acoso a nuestros hijos/as.
Por
un lado, porque es más habitual que se produzca en los últimos tiempos, ya que vemos
cada vez más crueldad en la sociedad y se refleja incluso en los/las más
débiles. Y por otro lado pudiera ser porque no queremos que nuestros hijos/as
sufran lo que algún día pudimos sufrir nosotros-as.
Voy
a comenzar hablando de esto último, el acoso, el aislamiento, la humillación
también se daba en los centros educativos desde hace mas de 50 o 60 años, pero los padres
de aquél tiempo quizás estaban demasiado ocupados en otros menesteres y en
darnos una estricta educación ética y moral para hacernos fuertes ante las
vicisitudes de la vida e inculcarnos unos conocimientos culturales (que la
mayoría de nuestros antecesores no había alcanzado) para que todo ello nos
posibilitara labrar un buen futuro personal y laboral. Si se le contaba a los
padres de aquella época por ejemplo: “se han reído de mí, me han empujado, me
dan de lado…” contestaban “algo habrás hecho, defiéndete, busca otros amigos…,”
había respuesta para todo, era tú problema y tú tenías que solucionarlo. ¿Y ante
eso qué ocurría? que te buscabas la
vida, encerrabas tus problemas, tus miedos y te hacías una persona insegura,
introvertida, débil, hasta que tarde o temprano llegabas a superarlo y la vida
te enseñaba a aceptarte como eres, a legitimar tu valía, a positivar lo que
haces y lo que tienes, a hacerte fuerte, a ser resiliente, etc. O bien, otras
personas no lo superarían, siguen siendo negativas, inseguras, sin que ello
signifique que sean peores personas, sino que les marcó aún más su personalidad
para el futuro.
Afortunadamente
hoy en día tenemos una culturalización generalizada, ya no se busca sólo la
impartición a nuestros hijos/as de conocimientos culturales, dentro de los
cuales han entrado siempre unas buenas bases éticas y morales, necesarias e imprescindibles
para la convivencia y desarrollo personal. Ahora necesitamos que nuestros
hijos/as sean felices, que nada ni nadie los dañe ni física, ni moralmente, y
esa labor algunos/as se la
encomiendan en su integridad al maestro/a, profesor/a ¿Y esos algunos/as padres,
madres o tutores cómo contribuyen? ¡La historia se repite degenerando en
consecuencias peores! y esos vuelven a
estar muy ocupados en otros menesteres y además son incapaces de reprender
ciertas aptitudes de sus hijos/as hacia los/as demás, les muestran el mundo
como una batalla sin cuartel, sin los más mínimos ejemplos de convivencia,
diálogo y respeto, con una crueldad y violencia cada vez mayor. Llegando a las
consecuencias que hoy en día conocemos, niños/as abocados al fracaso escolar,
por miedo a asistir a las aulas, con la autoestima por los suelos, una gran
inseguridad ante la convivencia, son victimas ellos/as y sus familias de una
sociedad que se va deshumanizando cada vez más, y que es complicado atajar con
los medios y personas de que se disponen. Pues voluntad de evitarlo sí que hay,
todos los centros educativos están desarrollando programas de convivencia, de
paz, etc, pero pese a ello sigue fallando el sistema, ya que muchos casos se escapan
de las manos, no es posible el total control, la detección del problema y su
buena resolución. Por eso es conveniente que se cuente con un programa no sólo
preventivo, sino que sepa detectar rápidamente el conflicto y lo ataje de raíz,
ofreciendo los canales, habilidades y herramientas de exteriorización,
comunicación, diálogo, responsabilización y respeto, para solucionar, contando
con la ayuda de un profesional especializado que ofrezca las facultades y
garantías necesarias para ello y que a la misma vez eduque para la convivencia
pacífica.
Los
mediadores estamos creando y ejecutando Protocolos de Mediación para los
Centros Educativos que proporcionarán a nuestros hijos/as una seguridad
personal y resolutoria dialogante, respetuosa y convivencial de camino hacia la
Paz.
Mediación siempre contribuyendo, aunque haya que
ejercer altruistamente, con nuestro trabajo de difusión, divulgación y
educación para el cambio hacia la siembra
de la Cultura de la Paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario